Mensajepor QUINO_FoW » 05 Abr 2006, 20:59
Aqui tenemos el comentario del jugador Americano.
La Compañía de Infantería Mecanizada Iron Cowboys avanzaba de noche por tierra de nadie. Su misión consistía en asegurar el terreno para la ofensiva que tendría lugar a la mañana siguiente. Parecía una misión rutinaria donde el auténtico peligro lo correrían las tropas que tomarían parte en la ofensiva. Lo que no se esperaba es que una fuerza alemana se encontrara en la misma zona, apenas a unos cientos de metros, con la misma misión... Ëste es el punto de arranque de la partida que jugamos el domingo en el local.
La misión consistía en ocupar la mayor parte del terreno y expulsar a las tropas enemigas. Para ello no se jugó con los habituales objetivos y puntos de victoria de FOW sino con unas reglas que Quino adaptó de Warhammer 40.000, entre las que se incluían la forma de tomar cuadrantes de terreno y la infiltración de unidades en la retaguardia enemiga. Y por último, creó una tabla de eventos que aleatoriamente irían sucediendo. Juan (alemanes) y yo (americano) jugamos y Quino hizo de árbitro y “master”.
Se desplegaron sobre la mesa las tropas no mecanizadas o blindadas, lo que únicamente me permitió colocar dos pelotones de infantería. El tercero espera el momento de infiltrarse. Juan puso infantería, morteros y artillería. El resto de tropas saldrían como reservas.
Los dos primero turnos fueron nocturnos, el tercero amaneciendo y el resto de día. Comenzó la partido y ambos comenzamos a avanzar, al principio apenas pudimos dispararnos debido a las limitaciones de visibilidad. La primera acción importante fue en mi flanco derecho, la aparición de mi pelotón de infiltración, 11 teams de infantería desde un bosque en el flanco de un pelotón suyo de infantería. Parecía una presa fácil... pero su fuego defensivo, pese a no pinearme, fue mortífero, y mi asalto patético y triste. Su contraataque deshizo mi asalto. Total, cinco bajas recibidas por una causada. Pasé de poder barrer uno de sus flancos a ser masacrado. La culpa fue de las figuras de italianos que Quino me prestó para poder formar ese pelotón.
Al otro lado de la mesa, en el pueblo, mi pelotón de Stuarts rechazó a uno de sus pelotones de infantería que estaba ya entrando en las casas. Solo le causé una baja pero debí asustar bastante a ese pelotón, ya que quedó pineado el resto de la partida.
Por la derecha, los alemanes avanzaron confiado con sus pelotones de infantería ya que solo uno de mis pelotones estaba en la zona. Demasiado confiados...
En el pueblo aparecen las reservas pesadas de ambos bandos: Stugs y Marders alemanes y M10 americanos. Los Stuarts son masacrados y los M10 no aciertan ni una, la cosa se pone chunga... los M10 huyen de los disparos enemigos y en ese momento aparece un asesino en las sombras... un francotirador alemán que apunta a mi jefe de escuadrón de M10, montado en un jeep. Ajustó su miras, contuvo la respiración, la cabeza de mi teniente llenaba su punto de mira... pero no disparó. Un ruido estruendoso pasó a poco metros de su cabeza y le distrajo. ¡Era un caza inglés que caía en picado y se estrellaba contra una iglesia cercana, justo entre él y su objetivo! El humo de la explosión se interpuso entre el francotirador y su víctima y le impidió disparar. El piloto tenía planos importantes sobre la ofensiva de la mañana, quien primero llegase al avión (yo para rescatarle, él para capturarle) ganaría 1 punto de victoria, aunque se corría el riesgo de que el avión explotase en cualquier momento. Finalmente yo le rescataría, no sin antes ponerse al descubierto la personalidad asesina y oscura de Juan, que preguntó si podía matar al piloto con el francotirador...
De nuevo por la derecha, el avance confiado de la infantería alemana se detuvo bruscamente cuando un pelotón de Shermans salió desde la reserva justo en el lateral de uno de sus pelotones. El exceso de confianza alemán le impidió fijarse en esa posibilidad. La carnicería posterior prefiero no narrarla, solo decir que escapó un team, el del jefe, que además era un puto panzerknacker, que pasó la tirada de moral y sí, el solito cargó en su turno y reventó un Sherman. Pa mear y no echar gota. Y mis tanques huyendo. Al turno siguiente entró mi artillería mecanizada y un camión de suministros alemán, que iba más perdido que el barco del arroz, por la misma zona. Si lo destruía me daría otro punto de victoria, así que lo ametrallé con mi artillería y bingo, otro puntito para el bote. Mis dos Shermans mataron al héroe alemán de antes, que si hubiera huido en su momento, en lugar de cargar contra los Shermans y morir después, habría tenido una vejez feliz con sus nietos en una preciosa casita a la orilla de un lago en Baviera, pero le pudo el aaaansia, el tó pa miiiii. Su otro pelotón de infantería huyó y se refugió en una granja cercana. Dominaba el flanco derecho.
Por el centro de la mesa cargué y arrollé a otro puto francotirador que había salido y me acerqué con dos pelotones de infantería a otro pelotón alemán que se refugiaba en una casa, para cargar y merendármelo. Pero claro, como soy un triste mi primer asalto fue rechazado en circunstancias inverosímiles. Además, un tercer francotirador (había más francotiradores alemanes que perros descalzos), el jefe de todos ellos, intentó matar a mi CinC, aunque afortunadamente falló. Al mismo tiempo el general MacDowell (no, no lo busquéis, me he inventado el nombre) entró en el campo de batalla montado un jeep, feliz y contento e ignorando que iba de cabeza a meterse entre las líneas enemigas. Afortunadamente pude avisarle a tiempo y dio la vuelta para escapar, impidiendo así a los alemanes matarle y ganar puntos de victoria. El segundo asalto de infantería funcionó y expulsé a su infantería de la casa, aunque apenas le causé pérdidas. Mi artillería destruyó dos Marders y dejó bailed a un Stug con fuego indirecto.
Acabando la partida, sus Stugs y Marders atacan desde el pueblo a mi infantería en el centro de la mesa. Mis M10 del pueblo ya no eran una amenaza porque después de que se fuera el humo del avión olvidé que su francotirador seguía allí, y volví a meter al teniente, que recibió un tiro en la cabeza, dejando al pelotón escondido detrás de una casa sin poder moverse y a punto de ser destruido al final por los Marder supervivientes. Bueno, pues la infantería resistió heroicamente, atrincherada in extremis.
Un convoy de camiones alemanes entró en el campo de batalla hacia el meollo de los combates, pero sus compatriotas pudieron avisarles de su error y se dieron la vuelta.
Así se llegó al final. Alemanes y americanos dominábamos la misma cantidad de terreno justo antes del comienzo de la ofensiva, dominando ambos nuestros flancos derechos, pero mi osado rescate del piloto derribado y la destrucción del vital camión de suministros alemán dieron la victoria a los Yankees. Como debe ser.
Moncho Lee.
PD: la puta USAF no se dignó a aparecer durante los combates a pesar de las reiteradas peticiones de apoyo aéreo, los pilotos elitistas estos quizás consideren que dar apoyo táctico sobre el terreno es rebajarse.
PD2: esta forma de jugar en la que se busca dominar sectores de la mesa y el tema de los eventos aleatorios hicieron la partida, bajo mi punto de vista, más interesante y sobre todo mucho más divertida.
Editor de la Revista Breaking WAR