Capítulo 9. La Batalla del Ebro5 de febrero de 1938
Llegan a Barcelona varios transportes soviéticos cargados de armamento ligero para defender la región ante el inminente avance del CTV. Pocos días antes han llegado varias escuadrillas de I-16.
Casi en Paralelo, el 10 de Febrero, llegan a Murcia nuevos transportes soviéticos, esta vez con carros T-26 y BT-6.
15 de febrero de 1938.
El CTV se lanza desde Sagunto hacia el Norte. Castellón es tomada al día siguiente.
28 de febrero de 1938.
El CTV alcanza el Ebro a la altura de Amposta. La estrategia del Nuevo Gobierno pasa por no volar el puente de Amposta y permitir el cruce de los italianos hasta las afueras de Tarragona, donde se presentará una fuerte resistencia.
3 de marzo de 1938
Confiados por su éxito, los mandos del CTV ordenan el avance hacia Tarragona.
Tanquetas italianas avanzando por un campo recién arado5 de marzo de 1938
En el Campo de Tarragona se ha dispuesto una defensa en profundidad que el CTV no puede romper. No obstante, los italianos perciben que el sector es más débil es Reus, y planean suprimir las defensas en torno a la ciudad, para continuar el avance y rodear Tarragona.
7 de marzo de 1938
La mañana comienza con el ataque italiano sobre Valls, las fuerzas de la República se retiran hacia la sierra, dejando libre el camino hacia Tarragona. La vanguardia italiana alcanza Vilanova i la Gertrú caer la tarde. Una jornada más y alcanzarán Barcelona. Ha comenzado la segunda fase de la Operación Botijo.
Emboscada en Vilanova i la GertrúAl anochecer salen del puerto de Barcelona 4 mercantes requisados con una escolta de tres destructores fuertemente armados. Ponen rumbo al sur, hacia la desembocadura del Ebro. La noche es oscura, pero todo está dispuesto para que encuentren el cauce del río. Desde Deltebre salen varias partidas de militares vestidos con ropas civiles que van a marcar el camino. Un grupo instala una radiobaliza en la entrada al Delta, y los restantes encienden hogueras en los requiebros que hace el río en el Delta. El destructor Lepanto abre la marcha, penetra en el Ebro pasando entre las dos hogueras de la entrada y se abre camino guiándose por la poca luz de la débil luna y las hogueras. En apenas media hora, a marcha lenta, remontan los pocos kilómetros que separan la desembocadura de Amposta.
Al llegar a Amposta, el ruido de los motores hace que sean detectados. Desde el puente y ambas orillas del Ebro, la guarnición abre fuego sobre ellos. Pero es entonces cuando los destructores y tres de los mercantes son embarrancados en la ribera del río, y mientras responden al fuego con sus cañones, cuatro mil infantes saltan a tierra.
Mientras el Destructor Ulloa abre fuego contra el extremo derecho del puente Colgante de Amposta, el cuarto mercante es embarrancado bajo la plataforma. La tripulación activa las cargas y salta al agua en botes. El destructor revienta la torre del Puente, y se sueltan los tirantes, pero el diseño hace que la plataforma no ceda. Sólo cuando el carguero explota bajo el puente, la tensión hace que la plataforma ceda y el puente se desplome sobre el Ebro.
Mientras la infantería de marina combate por el control de la orilla opuesta a Amposta, desde Mora D’Ebre, amparados por la noche, se movilizan las tropas hacia el sureste, el dirección al mar.
8 de marzo de 1938.
El CTV está aislado en Cataluña. El puente de Amposta, el único que permanecía en pie, ha sido volado durante la noche. El de Tortosa fue dinamitado por los ingenieros de la República, al igual que el de Mora D’Ebre.
Al rayar el alba 5 barcos son embarrancados en las playas Hospitalet del Infant, ubicado en el estrecho llano entre las montañas y el mar. Protegidos por la aviación republicana y aprovechando la marea alta, 5.000 hombres se descuelgan con redes de los barcos y toman el pueblo al asalto.
Desde el Campo de Lérida las fuerzas de la República contraatacan. A través del valle entre el Sistema Prelitoral Central y las Montañas de Prades, las Ba-6, noquean las tanquetas italianas y alcanzan Tarragona.
El CTV se repliega del Saliente entre Reus y Tarragona y al caer la tarde ha retrocedido hasta Cambrils.
9 de marzo de 1938
El CTV, aislado por el Ebro, se encuentra en una situación límite. El combustible, la munición y la comida durará muy poco.
Mientras los ingenieros italianos intentan construir un puente de pontones sobre el Ebro, la aviación combate en los cielos. La protección de los puentes o su destrucción es fundamental para unos u otros.
15 de marzo de 1938
Se puede decir que cada avión sobre suelo español combate en la Batalla del Ebro. Los ingenieros golpistas han conseguido construir dos puentes provisionales durante estos días, pero mientras el primero duró 26 horas en pie, el segundo apenas lo hizo 12. Los suministros que lograron cruzar la bolsa fueron mínimos.
El 40% vehículos italianos han sido abandonados por falta de combustible, y la falta de munición en la artillería y los tanques es evidente.
El repliegue desde Cambrils hacia el sur se cobró un alto precio en vidas. A la altura de L’Hospitalet del’Infant, donde habían sido desembarcados 5.000 soldados republicanos, fueron destruidos el 30% de los vehículos del CTV, víctimas de un colosal embotellamiento a las afueras del pueblo, que permitió a la aviación republicana diezmar las fuerzas italianas.
Cuando se cumplen siete días desde la voladura de los puentes sobre el Ebro, el CTV se agolpa entre Tortosa, L’Ampolla, y Deltebre. Tan sólo tienen en sus manos el 30% de los vehículos.
18 de marzo de 1938
Las fuerzas del CTV agolpadas en la Bolsa del Ebro se rinden. 10.000 italianos son capturados. 2.000 más mueren desde Tortosa a Deltebre al intentar cruzar el Ebro a nado, que baja crecido debido a las lluvias invernales.