Mensajepor Mavros » 24 Feb 2006, 20:06
Hola, un saludo. Perdonad mi ignorancia sobre el fow, que estoy empezando, pero vengo de otros wargames y el culodurismo es un virus que corre deprisa...tan deprisa como la gente.
Estoy de acuerdo en que la inmensa mayoría de las veces los culoduros son personas...tampoco debemos olvidar que, en ocasiones, algún ejército sobre el tablero se demuestra descompensado y sobre eso ha habido no pocas rectificaciones de listas.
Sin embargo, a nosotros como jugadores nos corresponde no ser culos-duros. Yo, por ejemplo, con un ejercitillo de rusinski, me he añadido dos T-34/57 en una compañía de 6. Creo que por aquí se ha criticado esa costumbre por cuestiones históricas...jejeje, yo por mi parte lo desconocía, es simplemente que me venía bien, tampoco me parecía una barbaridad y no sabía eso de que no se utilizaran mucho.
Sin embargo, un culo duro normalmente trasciende esos detalles. Todos intentamos hacer, dentro del respeto más o menos grande por la historia, ejércitos competentes y competitivos. La actitud del culo duro es únicamente vencer. El juego llega a no importarle, es un medio para alcanzar un fin...la autorrealización personal, supongo, aunque quizá el problema real que tenga que mirar sea la inmadurez o una autoestima tocada...
Todos queremos ganar, pero para mí ganar es jugar según mis reglas, y mis reglas son el respeto por el juego, por el contrincante y por la estética y la veracidad de mis tropas, sean las que sean. La diferencia? Un jugador normal se divierte de principio a fin, porque el nerviosismo propio no es más que un acicate que le mantiene a uno con el subidón justo de adrenalina para pasar un rato extraordinario, mientras que en el caso del pobre culo-duro, genera un ambiente de discordia y mal rollo que se extiende como la Nada esa de la Historia Interminable y que, además, le acaba consumiendo a él mismo...ya que pronto se da cuenta de que la efímera alegría que obtiene al vencer se desvanece pronto, y durante toda la partida, el campeonato y demás, no ha llegado en ningún momento a disfrutar de las verdaderas alegrías y satisfacciones que estos juegos pueden ofrecer.
El ejército soviético necesita más valor para huir que para avanzar.