En esta foto turbia se adivina el terreno de juego: una "Sostener la línea" donde las tropas de Regulares (todavía sin pintar) se enfrentan a las tropas republicanas (con la peana sin pintar) intentado cortar una de las carreteras que llevan a la capital. Cientos de pueblerinos cargados de boinas y chorizos, y reata tras reata de mulas cargadas de víveres esenciales (vamos, tabaco y café) se agolpan a la espera del resultado y, sobre todo, de saber si descargan sus materias primas en uno u otro bando.
Dos comandantes turbios se enfrentan en las resecas tierras de Castilla...ancha es Castilla...¿qué Castilla? Castilla la Mancha...madre mía que se me va. A lo que iba, una tremenda mesnada de moros cabileños (tres pelotones de Regulares, uno de caballería de Regulares, uno de HMG, uno de LMG con dos Valero ligeros, uno de 3 PzI y dos morteros del HQ formando el sexto pelotón con el 2iC) se van a batir el cobre con unos republicanos acomodados en sus trincheras madrileñas (2 pelotones de 16 peanas, con comisario y LMG, uno de morteros medios, uno de 3 Schneider de 75mm, tres T-26 confiados reclutas y uno de 4 HMG)
El mando nacional lanza a pecho lobo a sus tropas morunas a por las líneas rojas.
Verbigracia: las líneas rojas vistas por detrás.
Avanzando a lo loco por entre las masas boscosas la caballería de Regulares se encuentra con unas HMG que estaban de pcinic emboscado entre la maleza. El resultado es el previsible, los rojos comen chuletón de caballo y los moros comen plomo poco hecho.
Mientras tanto, por el flanco derecho, avanzan dos pelotones de Regulares apoyados por sus HMG, LMG, sus Valero y un cañón de acompañamiento de 70mm. Aunque sufren bajas, el avance es imparable, y los republicanos empiezan a notar cierto nerviosismo en sus esfínteres y a recolocarse en sus trincheras, como si las habituales chinches estuviesen picándoles precisamente ahora.
Aquí unos T-26 con tripulantes que no saben si llevan una yunta de bueyes arando o si llevan un tanque. Allí unos moros que oyen ruidillo de cadenas pero no les echan mucha cuenta. Es el punto freak de la partida: al final se desencadena un asalto entre los tanques y los Regulares, donde los tanques no matan a nadie durante tres turnos (siendo reclutas no saben atropellar, lógica del Flames) y los Regulares se matan solos 5 peanas a base de sus propios cócteles molotov. Todo termina con un bosquecillo incendiado, varios moros churruscados y dos tanques destruidos de la propia risa, con el tercero huyendo de la improvisada barbacoa rifeña. El resultado final fue de 7 peanas autoinmoladas a lo bonzo de los Regulares entre los diversos asaltos a los tanques rojos.
Los Schneiders entran demasiado tarde como para cambiar nada. Al final, entre un PzI superviviente que cual mosca cojonera estuvo dando la vara a varios pelotones, y el puñetero mando de las LMG y el CiC los nacionales logran ocupar el objetivo y mantenerlo para ganar en el turno 7.
España en Llamas suele terminar con asaltos brutales, tras haber recibido muchísimas bajas. Los tanques sí que asaltan, aunque si el contrario lleva algo con FP mejor de 5+ ya pueden darse por muertos. La artillería con FP decentes es fundamental, y la veteranía de las tropas el factor decivio en los combates.
Cada vez me gusta más. Mi única pena es no poder jugar mis CTV, porque excepto un colega (el tendero, lo que le impide jugar con frecuencia) soy el único republicano de estos lares...maldita coleta, me tienen encasillado, así mis CTV y mis requetés no van a ver la luz en a vida
