Una historia real
Publicado: 11/Jul/2008 17:47
Hace casi dos años, por motivos de trabajo, tuve que viajar a EE.UU. Allí conocí a un chico también aficionado a la Historia. Un día, mientras hablábamos del tema, me comentó que varios miembros de su familia habían estado involucrados en diversas guerras. Dos tíos suyos estuvieron en Vietnam. Uno de ellos no volvió y él nunca llegó a conocerlo. El otro nunca ha hablado de lo que vivió en Vietnam…
Sin embargo, no es este el tema central de este post, sino las aventuras de otro de sus familiares. Me contó que un tío-abuelo suyo había servido en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial en un barco, pero no sabía qué barco era.
- Recuerdo haberle visto con la típica gorra con el nombre del barco, pero no consigo recordar cuál es -me dijo.
Le pregunté si conocía algún detalle más. Me dijo que sí, que el barco en el que servía formaba parte del grupo de combate de un portaaviones, que el portaaviones había sido hundido en algún momento durante la guerra… y que el barco de su tío-abuelo también había sido hundido en la misma batalla. Entonces comencé a recitarle una lista de los portaaviones americanos hundidos que recordaba.
- Veamos… Hornet, Wasp, Yorktown…
- ¡Ese, ese, el Yorktown!.
Yo puse los ojos como platos sorprendido y emocionado al mismo tiempo ante lo que su respuesta implicaba.
- ¿Tú tío-abuelo estuvo en la Batalla de Midway? ¿¿¿Que tu tío-abuelo estuvo en la Batalla de Midway ¡¡¡ TU TÍO-ABUELO ESTUVO EN LA BATALLA DE MIDWAY!!! –lo admito, me puse un poco histérico.
- Ah, sí, sí, la Batalla de Midway, ahora me acuerdo -respondió él.
Yo recordaba que en dicha batalla los americanos habían perdido dos barcos. El Yorktown y un destructor. Se lo comenté y le dije que al día siguiente le diría el nombre del barco.
Cuando nos vimos por la mañana, antes incluso de darle los buenos días, le dije:
- Hamman.
Ahora fue él el que puso cara de sorpresa.
- ¡Hamman! ¡Ese es el nombre que ponía en la gorra que siempre llevaba mi tío-abuelo!
A continuación le conté lo que había ocurrido con el destructor durante la batalla. Intentaré resumir. El Yorktown (CV-5) había sufrido el impacto de tres bombas lanzadas por los bombarderos en picado japoneses procedentes del portaaviones Hiryu (el único que aún continuaba a flote, pues los otros tres ya habían sido hundidos). La tripulación consiguió extinguir el fuego y parecía que el portaaviones se había recuperado. Sin embargo, poco después fue atacado de nuevo, esta vez por aviones torpederos, que consiguieron dos impactos. El portaaviones comenzó a escorarse peligrosamente y varios barcos de su grupo de combate acudieron en su ayuda. Entre ellos, el destructor Hamman (DD-412), que recogió al capitán del Yorktown y lo transfirió al crucero pesado Astoria (CA-34), que pasó a ser el buque insignia del grupo. Mientras tanto, los aviones del Yorktown se habían unido a los del Enterprise (CV-6) y hundieron al portaaviones japonés.
El Yorktown pasó la noche a flote, abandonado, y fue reocupado por la mañana ante la perspectiva de poder salvarlo. Comenzó a ser remolcado mientras se realizaban reparaciones de emergencia abordo. El Hamman se acercó al portaaviones para asistir. A mediodía parecía que se estaba ganando la batalla al mar. Se había reducido peso lanzando los aviones y un cañón de cinco pulgadas al mar, mientras otro cañón estaba a punto de correr la misma suerte.
Lo que los americanos desconocían era que el submarino japonés I-168 vigilaba todos sus movimientos y estaba en disposición de torpedear al Yorktown. Cuando los vigías divisaron la salva de torpedos, el Hamman intentó usar uno de sus cañones de 20 mm para destruirlos… sin éxito. El Yorktown sufrió dos impactos y el Hamman sufrió otro, que lo partió por la mitad, hundiéndose rápidamente. Aproximadamente un minuto después de que el Hamman se hundiera, hubo una explosión en al agua que mató a muchos de los tripulantes del destructor y también a algunos del portaaviones. Se cree que pudo ser debida a la activación de alguna de las cargas de profundidad a causa del rápido hundimiento del destructor.
Los barcos de apoyo comenzaron a buscar inmediatamente al submarino japonés y a rescatar a los supervivientes del Hamman y del Yorktown que se encontraban en el agua.
El portaaviones permaneció aún obstinadamente a flote durante la noche del 6 al 7 de junio, aunque por la mañana la escora se agravó rápidamente, hundiéndose finalmente a las 07:01 horas.
El familiar de este chico sobrevivió al hundimiento del Hamman, a la explosión de la carga de profundidad, y a la Segunda Guerra Mundial. Tiene su mérito.
Por cierto, ahora que pienso… si este hombre estuvo en la Batalla de Midway, hay altas probabilidades de que también estuviera en la Batalla del Mar del Coral… Desconozco su destino tras la Batalla de MIdway.
Y eso es todo… espero que hayáis disfrutado de la historia tanto como yo disfruté cuando la conocí y la investigué.
Sin embargo, no es este el tema central de este post, sino las aventuras de otro de sus familiares. Me contó que un tío-abuelo suyo había servido en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial en un barco, pero no sabía qué barco era.
- Recuerdo haberle visto con la típica gorra con el nombre del barco, pero no consigo recordar cuál es -me dijo.
Le pregunté si conocía algún detalle más. Me dijo que sí, que el barco en el que servía formaba parte del grupo de combate de un portaaviones, que el portaaviones había sido hundido en algún momento durante la guerra… y que el barco de su tío-abuelo también había sido hundido en la misma batalla. Entonces comencé a recitarle una lista de los portaaviones americanos hundidos que recordaba.
- Veamos… Hornet, Wasp, Yorktown…
- ¡Ese, ese, el Yorktown!.
Yo puse los ojos como platos sorprendido y emocionado al mismo tiempo ante lo que su respuesta implicaba.
- ¿Tú tío-abuelo estuvo en la Batalla de Midway? ¿¿¿Que tu tío-abuelo estuvo en la Batalla de Midway ¡¡¡ TU TÍO-ABUELO ESTUVO EN LA BATALLA DE MIDWAY!!! –lo admito, me puse un poco histérico.
- Ah, sí, sí, la Batalla de Midway, ahora me acuerdo -respondió él.
Yo recordaba que en dicha batalla los americanos habían perdido dos barcos. El Yorktown y un destructor. Se lo comenté y le dije que al día siguiente le diría el nombre del barco.
Cuando nos vimos por la mañana, antes incluso de darle los buenos días, le dije:
- Hamman.
Ahora fue él el que puso cara de sorpresa.
- ¡Hamman! ¡Ese es el nombre que ponía en la gorra que siempre llevaba mi tío-abuelo!
A continuación le conté lo que había ocurrido con el destructor durante la batalla. Intentaré resumir. El Yorktown (CV-5) había sufrido el impacto de tres bombas lanzadas por los bombarderos en picado japoneses procedentes del portaaviones Hiryu (el único que aún continuaba a flote, pues los otros tres ya habían sido hundidos). La tripulación consiguió extinguir el fuego y parecía que el portaaviones se había recuperado. Sin embargo, poco después fue atacado de nuevo, esta vez por aviones torpederos, que consiguieron dos impactos. El portaaviones comenzó a escorarse peligrosamente y varios barcos de su grupo de combate acudieron en su ayuda. Entre ellos, el destructor Hamman (DD-412), que recogió al capitán del Yorktown y lo transfirió al crucero pesado Astoria (CA-34), que pasó a ser el buque insignia del grupo. Mientras tanto, los aviones del Yorktown se habían unido a los del Enterprise (CV-6) y hundieron al portaaviones japonés.
El Yorktown pasó la noche a flote, abandonado, y fue reocupado por la mañana ante la perspectiva de poder salvarlo. Comenzó a ser remolcado mientras se realizaban reparaciones de emergencia abordo. El Hamman se acercó al portaaviones para asistir. A mediodía parecía que se estaba ganando la batalla al mar. Se había reducido peso lanzando los aviones y un cañón de cinco pulgadas al mar, mientras otro cañón estaba a punto de correr la misma suerte.
Lo que los americanos desconocían era que el submarino japonés I-168 vigilaba todos sus movimientos y estaba en disposición de torpedear al Yorktown. Cuando los vigías divisaron la salva de torpedos, el Hamman intentó usar uno de sus cañones de 20 mm para destruirlos… sin éxito. El Yorktown sufrió dos impactos y el Hamman sufrió otro, que lo partió por la mitad, hundiéndose rápidamente. Aproximadamente un minuto después de que el Hamman se hundiera, hubo una explosión en al agua que mató a muchos de los tripulantes del destructor y también a algunos del portaaviones. Se cree que pudo ser debida a la activación de alguna de las cargas de profundidad a causa del rápido hundimiento del destructor.
Los barcos de apoyo comenzaron a buscar inmediatamente al submarino japonés y a rescatar a los supervivientes del Hamman y del Yorktown que se encontraban en el agua.
El portaaviones permaneció aún obstinadamente a flote durante la noche del 6 al 7 de junio, aunque por la mañana la escora se agravó rápidamente, hundiéndose finalmente a las 07:01 horas.
El familiar de este chico sobrevivió al hundimiento del Hamman, a la explosión de la carga de profundidad, y a la Segunda Guerra Mundial. Tiene su mérito.
Por cierto, ahora que pienso… si este hombre estuvo en la Batalla de Midway, hay altas probabilidades de que también estuviera en la Batalla del Mar del Coral… Desconozco su destino tras la Batalla de MIdway.
Y eso es todo… espero que hayáis disfrutado de la historia tanto como yo disfruté cuando la conocí y la investigué.