trollnegro escribió:NEW YORK Visita al intrepid. Estuve allí hace unos 15 años, después de haber subido a una de las torres gemelas, estuve toda la mañana y no lo vi entero. También monté en el submarino, recuerdo que hacia ruiditos, como si lanzase torpedos, muy divertido
NOTA 9/10
El Intrepid es una maravilla, y eso que tú lo viste antes de la remodelación (después del 11S lo utilizaron un tiempo como base del FBI y luego aprovecharon para mejorar mucho la exposición). Ahora mismo tiene hasta un Concorde para visitar por dentro y está muy bien organizado. Es de lo mejor que hay en el mundo en cuanto a museos militares. Yo he estado en él varias veces. Y este verano será aún mejor, porque el transbordador espacial
Enterprise va a ser instalado en su cubierta de vuelo.
Por completar la lista, comento alguno más.
Washington, D.C.Extraordinaria ciudad de museos (horrible ciudad para vivir) que tiene muchísimo que ofrecer en cuanto a historia militar.
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Smithsonian National Air & Space Museum (10/10): No es un museo estrictamente militar, tiene de todo (incluida una copia 1:1 del Skylab, utilizada para ensayos en tierra), pero incluso restringido a la parte militar la nota es un 10 redondo. Espectacular, enorme colección de aviones (de la Segunda Guerra Mundial en concreto no les falta nada de tamaño menor o igual a un B-26), misiles,
drones, una recreación de la cubierta de un portaaviones de la 2GM, exposiciones sobre episodios y personajes concretos (Dolittle y sus 30 segundos sobre Tokyo, etc.)
- Decía que no faltaba nada de tamaño menor que un A-26. Pues bien, todo lo que es más grande, desde el
Enola Gay hasta el rarísimo Arado Ar-234 se puede encontrar también en Washington. Concretamente en el
Udvar-Hazy Center (también parte del Smithsonian), al lado del aeropuerto de Dulles. El no estar en el National Mall hace que mucha gente se pierda esta maravilla, que se merece un 9/10.
- También en el National Mall está el
Smithsonian National Museum of American History, con algunas secciones dedicadas a la historia militar. Aunque el museo en sí está muy bien, la parte militar no me convenció demasiado. Está mal organizada y la colección es relativamente limitada y con explicaciones pobres. Aún así, por los cero dólares que cuesta la entrada (como en todos los museos de Washington, menos el del Holocausto) bien vale la pena. Le daría un 6/10 (insisto, restringiéndome a la parte militar). Si incluimos la extraordinaria exposición sobre el Proyecto Mahattan (esta sí, muy bien explicada tanto desde el punto de vista de la historia como de la física) la nota tiene que subir a al menos un 8/10.
- Al otro lado del Potomac está naturalmente el
Arlington National Cemetery que, aunque no es un museo estrictamente hablando, es de visita obligadísima para cualquier interesado en la historia militar. Sobrecogedor. Recuerdo la sonrisa que se me dibujó cuando estaba esperando a la ceremonia de cambio de guardia en la tumba del soldado desconocido, rodeado de palurdos chabacanos sentados en unas gradas y hablando a voces. Llegó el sargento y, con una voz muy similar a la de Samuel L. Jackson, dijo: «In keeping with the solemnity of this ceremony we ask that you remain silent
and standing». Se pusieron todos firmes (aquí pitaríamos o haríamos el chorras de cualquier forma). Hay bastantes monumentos interesantes que ver, la mayoría bonitos (hay alguna excepción, ni ese lugar se libró de las horteradas de los ochenta y la exposición del Maine necesita una reescritura...) Un 9/10.
-Finalmente, sin ser museos, en el National Mall de Washington están también los famosos monumentos a las diferentes guerras de los EE.UU. El mejor (y más conocido por las películas) es el de Vietnam, pero los otros también valen la pena. Y, sin ser un museo militar exactamente pero relacionado con la 2GM, tenemos el
Holocaust Museum.
Bueno, ya he soltado mucho rollo. Otro día escribo de otras ciudades.